Hoy en día existe gran demanda con el hormigón impreso, es un producto que ha causado furor y nuestros clientes nos lo piden, cuando nos encargamos de realizar diversas construcciones.
Sus características técnicas, la facilidad para su instalación, su funcionalidad y la cantidad de acabados y colores hacen del hormigón impreso fibra o mallazo, un producto con gran aceptación y demanda.
Es capaz de resistir el ataque de ácidos, manchas de aceite y grasa, soporta el transito constante en zonas exteriores como, parques, aceras, recintos feriales, rampas, piscinas y otros más.
No requiere de mantenimiento frecuente y ha desplazado a los pavimentos tradicionales, gracias a su versatilidad.
Muchos de los materiales tradicionales de construcción necesitan el uso de fibras para su refuerzo, con la finalidad de mejorar la calidad de la producción final de dicho material. En este sentido las fibras de polipropileno se unen con la masa de hormigón para impedir la fisuración por retracción del hormigón al endurecerse, alargando la vida de nuestro pavimento.
Son dos básicamente las aplicaciones, por bombeos y gunitados de hormigón y de hormigón impreso.
Hormigón impreso con fibra
En el caso de los pavimentos que no sean estructurales, las fibras de polipropileno sin problema alguno pueden sustituir a los mallazos. El resultado obtenido son hormigones de mejor calidad y a un precio más bajo que con los mallazos.
Al utilizar fibras de refuerzo en la mezcla del hormigón se forma un refuerzo a las propiedades del compuesto y mejora su rendimiento evitando futuros problemas que podrían originarse.
En el mortero o en hormigón se puede agregar la fibra de polipropileno, la mezcla se adapta al tipo de mezclador, dependiendo la plasticidad del hormigón y del momento de carga.
Si en la granulometría son evidentes los agregados gruesos y las fibras cortas se recomienda utilizar fibras largas.
Ventajas de la fibra con relación al mallazo
- La fibra se transporta en bolsas o sacos, no se requiere de vehículos especiales para su traslado.
- La fibra se mezcla con el hormigón y se vierte en el suelo y no requiere de trabajos previos. No se requiere de mucho personal para su aplicación y el proceso de mezcla toma solo algunos minutos.
- Al mezclar fibra con el hormigón, este queda protegido.
- La fibra no tiene ninguna reacción negativa con ninguna sustancia que se encuentre en el entorno, incluso resiste los ataques de los más agresivos ácidos.
- El mallazo de hierro no es capaz de proteger en curvas, recovecos, arquetas, cantos y zonas con diversos grosores de losa, por su parte la fibra se encuentra en cada centímetro de hormigón que se vierta en el suelo.
- La manipulación que se necesita para el mallazo, la fibra proporciona un ahorro de hasta un 20% de su costo total, favoreciendo tu bolsillo y economía finalmente.
Para cualquier decisión que quieras tomar y no te encuentres claro en ello, te sugerimos buscar la orientación del personal calificado de Durasil, nuestros expertos te pueden orientar y brindar la asesoría en todas tus dudas.