Reparación y Protección del Hormigón impreso

Podemos dividir en cuatro fases el proceso de reparación y protección del hormigón impreso:

  1. Inspección: la primera fase se basa en evaluar el estado del hormigón pulido, por lo que debemos identificar los defectos visibles y no visibles de la estructura de hormigón. Para ello analizamos los agentes externos a los que ha estado sometido el cemento impreso para poder averiguar los posibles defectos que pueda tener ahora o en el futuro.
  2. Diagnóstico: tenemos que establecer el origen o las causas de esos defectos y establecer tanto los desperfectos mecánicos, físicos y químicos.
  3. Determinar el defecto en cuestión a reparar: una vez identificadas las reparaciones en cuestión debemos optar por diferentes soluciones teniendo en cuenta los futuros desperfecto que pueda ocasionar en el cemento pulido.
  4.  Seleccionamos el método para arreglar los desperfectos e indicamos los principios adecuados para su reparación: para evitar que en un futuro se originen defectos en la estructura similares tenemos que seleccionar los principios adecuados para su reparación y en función de estos, el método que mejor se ajuste para evitarlos en un futuro.

Los métodos de reparación y protección del hormigón impreso se pueden dividir en 11 principalmente. Estos a su vez pueden estar divididos en defectos del hormigón o defectos causados por la corrosión de la armadura.

DEFECTOS DEL HORMIGÓN:

  1. Proteger contra la penetración: reducir y prevenir la entrada de agentes externos agresivos
  2. Controlar la humedad: controlar y ajustar la cantidad de humedad que tiene el hormigón pulido
  3. Restaurar el hormigón: restaurar el hormigón impreso entero o parcialmente (según los deterioros que este tenga) a la forma originaria
  4. Reforzar la estructura: incrementar o restaurar la estructura que contiene el peso del hormigón
  5.  Controlar la resistencia a los ataques físicos: aumentar la resistencia a los agentes físicos exteriores
  6. Resistencia a los productos químicos: aumentar la resistencia de la capa superficial del hormigón ante el deterioro causado por los ataques químicos

CORROSIÓN DE LA ARMADURA:

  1. Consevar o restaurar la condición pasiva del hormigón impreso: mantener y crear las condiciones químicas idóneas para devolver a la superficie de la armadura su condición pasiva
  2. Aumentar la resistividad: aumentar al máximo la resistencia eléctrica del hormigón pulido
  3. Control cátodico: crear las condiciones perfectas para que las zonas catódicas de la armadura del hormigón no provoquen una reacción anódica
  4. Protección catódica: proteger mediante técnicas electroquímicas la corrosión de los elementos metálicos de la estructura en entornos muy agresivos. Para ello establecemos una corriente continua entre un electrodo, un ánodo y el cátodo (metal que debemos proteger de los agentes externos corrosivos)
  5. Controlar las áreas anódicas: creación de las condiciones idóneas para que las zonas anódicas de la armadura no provoquen una reacción corrosiva en el pavimento
Ir arriba